Es 2070 y la Ciudad de México está sumida en una lluvia eterna desde 2018, año en que Tataj Tlajtoani I fundó el Nuevo Imperio Mexicano. Fidel Miramontes, un oficinista común, es abandonado por su novia y, al día siguiente, su departamento es destruido por un terremoto. Después de un intento de suicidio, Fidel descubre que es el único que posee libre albedrío, algo robado al resto de los mexicanos por Tataj Tlajtoani I y Tláloc, el dios de la lluvia. Tláloc reclutará a cuatro personas comunes y corrientes para que sean sus tlaloques y ahoguen a Fidel, borren todo rastro de libre albedrío y lleven la lluvia eterna a todas las ciudades del Nuevo Imperio Mexicano. Fidel deberá evitar que eso suceda con ayuda de su perro, con quien puede hablar telepáticamente.
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¡México es uno de los países más afortunados que existen, verdad de Dios!
No tiene el sistema de salud de Dinamarca, es cierto. Tampoco tiene las ciudades más seguras del mundo. ¡Mucho menos se han acabado los balazos!
¿Pero qué SÍ es lo que tuvo?
Muy sencillo: ¡UN VERDADERO SEÑOR PRESIDENTE!
Un presidente que ha combatido (¡y vencido!), él solo, al Hampa de los Privilegios y los oligarcas de México. Un presidente que, con su popularidad, ha alimentado al hambriento espíritu de los mexicanos. Un presidente que, con su pura fuerza ética, salió indemne de una pandemia. Un presidente que es capaz de callar las voces de los periodistas con su probada honestidad. Un presidente que ha sido capaz de aguantar los embates de todos sus adversarios (¡aunque sea capaz de vender los estados gobernados por la oposición a los extraterrestres!).
¡SEÑOR PRESIDENTE! es un breve recuento de algunas de las andanzas de este verdadero Quijote moderno. También es un homenaje al presidente más popular (y por ende, ¡el mejor!) que haya visto este universo en el que nos tocó la suerte de vivir: ¡el licenciado Rómulo Anastasio Téllez Arámburu!
